Cuando se presenten situaciones como:
Signos de Caries: Si inspeccionas de cerca el diente y observas una mancha, puede ser caries. Una vez que la caries encuentra una manera para entrar entre la resina y tu diente, va avanzando más rápido todo el proceso carioso y no se puede detener sin ayuda del Odontologo
Fracturas o grietas: Cuando una resina o amalgama se fractura, lo mejor es reemplazarlo. Podría ser que se salga toda la restauración del diente y hay riesgo de ahogo o que se fracture tu diente y no solo la restauración.
Filtración: Con el paso del tiempo y del uso, puede ser que tus resinas o amalgamas empiecen a dejar un pequeño espacio entre ella y el diente. Este espacio es donde la saliva y las bacterias interactuan libremente y pueden causar daños. Es mejor atender estas filtraciones antes de que se haga un problema más grande.
Cuando una amalgama o resina necesita cambiarse, se empieza a separar del diente. Lo que dejara pequeñas grietas entre el diente y la obturación que hará que se alojen la placa, comida y bacterias y entren a tu diente. Esto hará que se haga una caries (debajo de tu restauración). Esto puede ser más peligroso que una caries en un diente no restaurado, porque es muy probable que tú no te des cuenta del daño que está sucediendo.
¿Debo cambiarlas, aunque no me duela? La falta de dolor o sensibilidad no quiere decir que el diente este sano. Muchas de las caries pequeñas serán asintomáticas. Si un diente te duele o causa sensibilidad quiere decir que la caries ya está muy grande y puede que el nervio de tu diente este comprometido.
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